El diagnóstico de un cáncer de mama siempre impacta a cualquier ámbito de la vida de las personas que lo padecen. Esta conmoción por tanto, puede afectar a la vida laboral de la persona.
Si te acaban de diagnosticar cáncer de mama o ya lo padeces, probablemente te habrás hecho muchas preguntas, como por ejemplo, ¿qué le digo a mi superior?; ¿debería dejar de trabajar por un tiempo?; ¿me afectará a mi rendimiento?
Si te han diagnosticado cáncer de mama, probablemente tengas que adaptar tu rutina a las nuevas necesidades.
Él te dirá cómo pueden afectar los efectos secundarios del tratamiento a tu trabajo y te lo programará en función de tus horarios. Además, deberás aprender a manejar estos efectos. En algunos casos, las personas que padecen cáncer de mama, así como pasa con otras enfermedades que impactan de manera importante en la vida, experimentan problemas a la hora de memorizar o pensar. Estos “efectos cognitivos”, como la falta de concentración, pueden afectar a tu vida laboral, dificultándola.
Si sientes que es difícil mantener la concentración o no puedes memorizar con facilidad, deberías hacer lo siguiente:
Tu rutina laboral puede ofrecerte retos, pero la supervisión de tu médico y tu organización servirá para mantenerlo todo bajo control. Recuerda que tu médico te aconsejará qué es lo mejor: si seguir trabajando o dejarlo por un tiempo.
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